La Prehistoria e Historia Antigua de Son Servera está documentada en los cuarenta y dos yacimientos arqueológicos. Del período pre-talayótico destacan: Coves de Sa Font Gata, es Rafal Baix, Ca s'Hereu, etc.
De la época talayótica, los talayots des Puig, de Pula y de Ca s'Hereu son los más significativos.
De la ocupación musulmana de Mallorca nos han quedado vestigios como son la cultura del cultivo y del regadío, la agricultura en general, así como el uso de ciertos topónimos. En el campo, la población se agrupó en pequeñas alquerías y predios.
El territorio de Son Servera, con la conquista islámica, pasó a formar parte del distrito de Yartan (Artà), junto con Capdepera y Sant Llorenç.
La llegada de las tropas de Jaime I a la isla de Mallorca data de 1229. Es conocida la resistencia de los musulmanes en las montañas de Artà, que acabó al año siguiente, 1230. El rey Jaime I otorgó la Carta de Franquicia de la isla de Mallorca, en la que se exponían los derechos de los pobladores de la isla. Este documento tuvo larga vigencia hasta el Decreto de Nueva Planta del siglo XVIII.
Después de la conquista de la isla, se llevó a cabo el Reparto de Mallorca. El territorio se repartió en grandes porciones de tierra. Jaime I se quedó con una parte importante que comprendía: Inca, Pollença, Sineu, Petra Artà, Montuïri, las montañas, la mitad de la Albufera y la mitad del término de Palma. Jaime I ofreció parte de sus territorios a sus aliados. El origen de Son Servera lo encontramos en este hecho.
Durante el período comprendido entre 1250-1300, encontramos dos grandes propietarios en la comarca: los Ferri y los Cervera. A través de una serie de alianzas familiares la posesión de Binicanella pasó de generación en generación hasta que en el año 1474, se repartió entre dos hermanos Servera. Una parte de la posesión se llamó Son Frai Garí, mientras que la otra fue la de Ca s'Hereu.
En el siglo XVII, Son Frai Garí fué subastada por la Real Audiencia de Mallorca y comprada por la Universidad de Artà, mientras que la posesión de Ca s'Hereu fue repartida por herencia a los hijos de Salvador Servera.
Son Servera no tuvo administración propia hasta principios del siglo XIX cuando se independizó de Artà. El artículo 310 de la Constitución de Cádiz (año 1812) decía que se formaría consistorio en todos los pueblos con más de 1.000 almas. De esta manera, Son Servera consiguió la independencia, que perdió dos años más tarde. La independencia definitiva de Artà data de 1837.
En el año 1820, la peste bubónica asoló nuestro municipio y redujo considerablemente la población. También afectó a Artà, Capdepera, Sant Llorenç y Manacor.
De finales del siglo XIX tenemos que destacar la participación de serverines en la Guerra de la Independencia de Cuba y Filipinas.
Durante el siglo XX la economía serverina ha experimentado un importante cambio: de basarse en la agricultura, la ganadería, y en menor medida, de la pesca, ha pasado a ser uno de los focos turísticos de la isla.