Son Servera

La alcaldesa del municipio indígena de Telpaneca, Bernarda Castillo, ha visitado el Ajuntament de Son Servera para agradecer las donaciones económicas que año tras año han permitido mejorar la vida de los telpanequeños y también los servicios y las infraestructuras de este municipio montañoso. A la recepción han asistido la alcaldesa de Son Servera, Natalia Troya; la alcaldesa de Telpaneca, Bernarda Castillo; el alcalde de las Sabanas, Jalmar Rivera; el primer teniente de alcalde de Son Servera, Antoni Servera; la representante del Fons Mallorquí de Solidaritat, Antonia Rosselló; y los concejales de Educació i Serveis Socials, Catalina Servera; el de Esports i Participació Ciutadana, Ramon Reus; la de Comptes i Hisenda, Turisme i Gent Gran, Margalida Vives; y también la concejala de Joventut, Cultura i Normalització Lingüística, Maria Arenas.

El Ajuntament de Son Servera destinó el año pasado 11.000 euros al Fons Mallorquí de Solidaritat y gracias a la aportación de los serverins "se han podido iniciar mejoras en las escuelas, se ha llevado agua potable a lugares donde no había, se han mejorado las comunicaciones de las comunidades que quedaban aisladas en época de lluvias y se han implantado hábitos saludables entre los niños", explicó la alcaldesa de Telpaneca, Bernarda Castillo. Por su parte, la alcaldesa de Son Servera, Natalia Troya, manifestó que "esperamos poder seguir colaborando muchos años en el desarrollo de Telpaneca y de otros pueblos de su entorno".

Muchos proyectos

Gracias a la ayuda de 11.000 euros donada por el Ajuntament de Son Servera y por las aportaciones de otros pueblos de la isla, el Fons Mallorquí de Solidaritat ha mejorado el acceso al agua potable de 268 habitantes de la comunidad rural de San Andrés; ha ayudado con becas y otros recursos a 215 estudiantes de Telpaneca; se han rehabilitado y equipado algunos centros educativos; se ha reforzado la atención sanitaria materna en las mujeres; se han construido y rehabilitado sistemas de abastecimiento de agua potable y se han hecho campañas para generar hábitos saludables y de higiene entre los escolares.

En el sector económico, se han realizado cursos de formación en el terreno del turismo sostenible y se han concedido microcréditos con el objetivo de diversificar la producción agrícola y para comercializar mejor los productos locales.

Cabe destacar, además, que todos estos proyectos han surgido de las demandas de la población. "El último martes de cada mes celebramos asambleas en cada comunidad rural y en cada barrio para evaluar los proyectos y las obras que están en marcha y también para decidir las iniciativas que son prioritarias para los vecinos y que se quieren tirar adelante en el futuro", explicó la alcaldesa de Telpaneca, Bernarda Castillo. Además "los vecinos y la comunidad participan en cada proyecto ya que la administración pública paga los materiales de las obras y son los vecinos quienes deben poner la mano de obra", añade Castillo.

El municipio indígena de Telpaneca ocupa 353 kilómetros cuadrados en una zona montañosa con picos que alcanzan los 1.500 metros. Lo habitan unas 20.000 personas distribuidas en cincuenta y cuatro comunidades rurales. Cerca del 80% de la población vive en entornos rurales, sin agua potable ni corriente eléctrica en su casa y con caminos de tierra que se hacen intransitables entre mayo y octubre, la época de lluvias. Muchos telpanequeños viven en situación de extrema pobreza y el propósito fundamental del programa de ayuda consiste en propiciar las condiciones que permitan iniciativas de desarrollo para mejorar las condiciones de vida en las diferentes comunidades rurales del municipio.

La principal fuente de subsistencia es la agricultura; sobre todo se cultiva café, maíz, judía roja, sorgo, y en menor medida frutas y hortalizas. Los agricultores no disponen de tierras propias, la mayoría trabajan como jornaleros para las grandes fincas. La distribución y propiedad de la tierra es uno de los grandes problemas de estos municipios, muy castigados durante la lucha armada de los años 80 que se desarrolló en el norte del país.